Un equipo de investigación dirigido por Antonio Villar, catedrático de Economía de la Universidad Pablo de Olavide, ha sido comisionado por Naciones Unidas para proponer una revisión del Índice de Desarrollo Humano, un indicador del nivel de desarrollo económico de los países que combina medidas de salud, educación y renta.
El Índice de Desarrollo Humano comenzó a publicarse en 1990 como parte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y se popularizó rápidamente como un indicador más informativo que la comparación de la renta per capita. La filosofía subyacente es la de medir más las capacidades que las realizaciones, en línea con las ideas del Premio Nobel Amartya Sen.
A los 20 años de su puesta en marcha, Naciones Unidas ha abierto un proceso de discusión para proceder a una revisión de los criterios de elaboración de este indicador. Mediante un concurso internacional, ha seleccionado una serie de investigaciones, que publicará en su próximo informe correspondiente a 2010, relativas a las posibles mejoras de este indicador.
La propuesta encabezada por Antonio Villar, en cuyo equipo están Carmen Herrero (Universidad de Alicante) y Ricardo Martínez (Universidad de Málaga), se centra en proponer un indicador que resulte adecuado para los países más desarrollados. La necesidad de este nuevo indicador deriva de que el actual índice de desarrollo no capta suficientemente las diferencias entre estos países, debido al tipo de variables usadas en su construcción y a la forma de agregación de las mismas. El proyecto contempla tanto una discusión teórica de los fundamentos metodológicos del indicador, como una aplicación empírica que ilustre las diferencias entre el tradicional y el nuevo.
Doctor en Economía por la Universidad de Alicante (1983) y doctor of Philosophy por la Universidad de Oxford (1990), Antonio Villar es catedrático de Fundamentos del Análisis Económico desde 1989. Incorporado en 2005 a la Universidad Pablo de Olavide, ha sido profesor visitante en la Universidad de Stanford, en el Instituto Universitario Europeo de Florencia, y en el Instituto de Estudios Avanzados de Viena. En la actualidad es vicerrector de Investigación de la Universidad Pablo de Olavide, y ha sido coordinador del Programa Consolider-Ingenio 2010 del Ministerio de Educación y Ciencia y colaborador de la Secretaría General de Política Científica y Tecnológica.