Llega la tercera jornada Adecco Oro y lo hace repleta de sensaciones. Porque todos los clubes de la competición están transmitiendo mensajes, unos mejores que otros por supuesto, pero ninguno dejando indiferente. Con la tercera jornada empiezan las prisas por sumar la primera victoria cuatro equipos no la conocen y a la vez el póquer de cabeza quiere seguir disfrutando del privilegio de mandar. Los cuatro tienen ante sí duros exámenes para poder mantener la imbatibilidad.
Si empezamos por la cola veremos como Tenerife, Palencia, Tarragona y Vigo afrontar complicados retos con el objetivo de estrenarse en la liga y alejar esos prematuros, precipitados seguro, pero inevitables comentarios sobre un futuro destino de alto riesgo. Esta competición consigue poner en alerta a todo el personal desde el minuto cero y ya los primeros resultados afectan a los estados de ánimo, sobretodo, del entorno. Y claro, para Tenerife, un equipo acostumbrado a convivir entre los favoritos verse con 0-2 y recibiendo al Menorca, la situación se convierte en incómoda. Es sabido que la realidad tinerfeña esta temporada será diferente a las anteriores pero no será fácil encontrar el camino adecuado si no se rompe pronto el hielo de las victorias. En Tarragona, visita de lujo de un Breogán que ya demostró la pasada semana derrotando al CAI cuales son sus intenciones este temporada. Partidazo porque en el pequeño pabellón del Serrallo nadie gana fácil.
Y si un partido tiene especial interés es el que enfrentará a Palencia y Mallorca. Uno de los dos conocerá sensaciones nuevas porque ni Palencia sabe lo que es ganar, ni Mallorca perder. Es esta una buena oportunidad para ambos y sólo uno dormirá feliz ese viernes noche. Eso sí, Palencia deberá afinar la puntería y mejorar los registros de las dos primeras jornadas. Mucho más difícil todavía lo tiene Vigo para estrenarse teniendo en cuenta que vista a un Melilla que, como Mallorca, vive con un ilusionante 2-0. Nadie puede confiarse en exceso en esta competición porque en el momento en que uno se crea que lo sale en la clasificación condiciona el resultado, se equivocará de pleno.
¿Por dónde andan los dos máximos favoritos, CAI y Menorca? Pues ambos, Con un balance 1-1 recibiendo a Cáceres los aragoneses y viajando a Tenerife los baleares en dos partidos que se viven dentro de esas plantillas con la imperiosa necesidad de victoria. Porque ahí sí que no paciencia para ver cómo se desarrollan los acontecimientos. CAI y Menorca deben estar siempre entre los puestos más altos de la clasificación porque de lo contrario la presión se convertirá en un rival más peligroso incluso que los rivales.
Alto interés En zonas más tranquilas contemplamos unos enfrentamientos de alto interés como un Ourense Burgos que debe dar una medida de las aspiraciones de unos y otros. Algo muy parecido con Cornellà y León, dos estilos diferentes, dos trayectorias disparen en las últimas temporadas pero unidos en la pista para ver si estos jóvenes intrépidos del Cornellà tienen tablas para exámenes de alto nivel. Ganar en la primera jornada al Menorca no garantiza hacerlo dos semanas después a cualquier otro y dejar a un adversario en 50 puntos, así lo hizo León con Palencia, tampoco es garantía de éxito. Y también atracción en Girona ante este sorprendente Sant Josep que se ha situado entre los mejores con argumentos de peso. Delante un Clínicas que la pasada semana ya demostró cómo es capaz de jugar. Un partido muy interesante.
Casi tanto como el duelo canario entre La Palma y La Laguna, un partido de esos que entre el ambiente y la calidad en la pista se convierte en una de las grandes atracciones de la jornada. Porque uno de los retos de Rafa Sanz y los suyos será conseguir anular esa eficacia anotadora del actual líder la clasificación que consigue convertir las defensas rivales en mantas cortas no pudiendo tapar el juego interior sin destapar la amenaza de los triples. Los de Alejandro Martínez llevan 25 triples en dos partidos, tirando más de tres que de dos pero cuando de lo que se trata es de hablar de un derbie, las estadísticas previas pierden valor y nada se convierte en previsible.
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