Río de Janeiro derrotó a Madrid para conquistar la sede de los Juegos Olímpicos de 2016 y llevar por primera vez en la historia la máxima cita del deporte mundial a Suramérica.
La ciudad brasileña se impuso a Madrid en la ronda final de la elección celebrada en Copenhague. Así, los Juegos regresan a Latinoamérica, que veía ya lejano el recuerdo de México 68. Chicago había sido eliminada en la primera ronda de votación y Tokio en la segunda. Madrid se impuso en la primera ronda de votaciones, con 28 votos, por 26 de Río de Janeiro, 22 de Tokio y 18 de Chicago. Tras la eliminación de la candidatura estadounidense, todos los votos menos uno fueron a parar a Río, que comenzó así a cimentar su victoria. En la segunda ronda, Madrid logró 29, Tokio 20 y Río 46. En la tercera la ciudad brasileña se hizo con 66 y la española con 32.
"Los Juegos de la trigésimo primera Olimpiada son para la ciudad de... ¡Río de Janeiro!", dijo con una importante dosis de suspenso el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, en el final de un largo y emocionante día en Copenhague.
Madrid llegó más lejos de lo que se esperaba, pero tuvo que aceptar su segunda derrota consecutiva tras haber sido tercera en 2005 en Singapur en la carrera por 2012 ganada por Londres. José Luis Rodríguez Zapatero, jefe del gobierno español, y Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, se abrazaron sentidamente tras escuchar la sentencia de Rogge. El alcalde madrileño se abrazó luego, triste y emocionado, con su colega de Río, Eduardo Paes, que tiene también la nacionalidad española.
En el día final, Río de Janeiro se movió con la misma seguridad con que lo había hecho en los últimos meses, y brilló por encima de las otras tres candidatas en la ronda de presentaciones finales de cara a la elección de la sede. En una fría mañana en la capital escandinava, la ciudad brasileña exhibió un impecable reparto de papeles entre sus ponentes, equilibrio entre lo emotivo y lo técnico y un claro mensaje al COI: no sigan dándole la espalda a Suramérica.
Chicago aburrió en la primera media hora, y sólo levantó el vuelo gracias al dúo integrado por Michelle y Barack Obama, en tanto que Tokio sorprendió con arrebatos de pasión, compromiso con un planeta mejor y una apuesta por la tecnología con toque humano.
Madrid, bien organizada, vendió su candidatura con vídeos de gran factura técnica y una apelación a la universalidad del deporte. En el turno de preguntas debió responder a dudas acerca de la ley antidoping, bien resueltas por Rodríguez Zapatero.
Tercera en el turno de ponencias, Río de Janeiro fue la candidatura que articuló de forma más clara su apuesta. "No son sólo Juegos para nosotros, sino para Suramérica, con 400 millones de personas y 170 millones de jóvenes", dijo Lula, en un discurso cada vez más vibrante a medida que avanzaba. "Se abre una nueva frontera para el COI", añadió el mandatario, que instó a "expandir los Juegos a nuevos continentes", a un "país tropical, a la más linda de las ciudades".