Si la final de Japón 2006 sigue en la retina de todos y la final olímpica de Pekín 2008 no se podrá olvidar jamás, el soberbio partidazo con el que España se proclamó este domingo 20 de septiembre brillante e indiscutible campeona de Europa por primera vez en la historia de nuestro baloncesto masculino ha quedado ya grabado para siempre en la memoria colectiva. Ha sido impresionante, espectacular, y podría decirse también que irrepetible pero no se dice porque todo es posible tratándose de esta Selección Española que ha vuelto a sentar cátedra en un escenario internacional.
El resumen de esta final, de la que se han jugado 40 minutos pero que en realidad ha durado menos de 9, es muy simple: España ha sido mejor que Serbia en todo, y todo lo ha hecho rayando la perfección: en defensa, en rebote, en tiro, en contraataque y en emociones.
Esos nueve minutos son los únicos que ha necesitado la Selección para romper a los serbios (24-9) en un primer cuarto que ha empezado con 3 de 3 triples españoles y ha acabado con una superioridad reboteadora que a medida que han pasado los minutos se ha hecho abrumadora. Con Pau marcando territorio bajo el aro propio uno de Perovic ha sido el único rebote ofensivo de Serbia en todo el primer tiempo-, saliendo en ataque con velocidad, precisión y alegría, regalándose espectaculares alley-oops y manteniendo un ritmo imposible de seguir por rival alguno, España ha llegado a verse en el marcador con hasta +24 (50-26, minuto 19, tras triple de Navarro) antes de llegar al descanso. La exhibición de los primeros 20 minutos ha sido plena, a pesar de que la Selección ha encajado un inicio de segundo cuarto poco propicio, con 5 faltas en su casillero en sólo 1 minutos y 9 segundos.
El ritmo de España ha recaído en el tercer cuarto, que el equipo ha empezado fallón en el tiro después de que la canasta inicial, en una penetración de Ricky, colocara la que hasta entonces ha sido la máxima diferencia en el marcador (54-29). El pequeño bajón lo han aprovechado los de Ivkovic, en especial Kristic, para equilibrar el partido (parcial 8-15) pero no el resultado (60-44). Y un par de ajustes, dos balones recuperados y un espectacular contraataque casi de canasta a canasta de Rudy han restablecido la incontestable superioridad española (67-44, minuto 30).
Hasta el final. Los serbios han seguido dando la cara, pero sin la más mínima confianza en sus posibilidades. En el reloj quedaban aún 10 minutos, pero hacía muchos minutos que España era la campeona, una campeona total y absolutamente indiscutible, que ha llegado a ganar por hasta 27 puntos en plena exhibición y con toda Europa a sus pies.
ESPAÑA, 85 (24+28+15+18): Ricky Rubio (10), Navarro (12), Rudy Fernández (13), Garbajosa (3) y Pau Gasol (18) --cinco inicial-- Llull (5), Felipe Reyes (7), Claver (2), Marc Gasol (6), Cabezas (7) y Mumbrú (-).
SERBIA, 63 (14+15+15+19): Tepic (2), Teodosic (5), Tripkovic (15), Velickovic (15) y Krstic (12) --cinco inicial-- Raduljica (6), Paunic (1), Bjelica (-), Markovic (2), Perovic (4), y Macvan (-).
ÁRBITROS: Brazauskas (LIT), Lazaros Voreadis (GRE) y Shmuel Bachar (ISR). Sin eliminados.
PABELLÓN: Spodek Arena Katowice. 10.000 espectadores.
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