
Un año después de que su historia con Alfonso Díez ocupara un sin fin de páginas de revistas del coure y minutos de televisión, la Duquesa de Alba regresa a la portada de la revista ¡Hola! demostrando que a sus 83 años sigue poniéndose el mundo por montera.
Y es que, después de que los resortes de la nobleza se tambalearan por reivindicar querer casarse con un hombre casi treinta años menor, doña Cayetana ha vuelto a demostrar que no le importan ni los convencionalismos, las apariencias ni el qué dirán y aparece en la portada de ¡Hola! fotografiada en bañador luciendo, por cierto, un físico envidiable para su edad- durante una reciente jornada de playa con su 'entrañable' amigo..
La pareja se encontraba disfrutando de unos días de descanso en Las Cañas, la casa que doña Cayetana tiene en Marbella. El fin de semana, y dos días después de la llegada de Díez a la Costa del Sol, decidieron salir de su nidito de amor para perderse por las playas semisalvajes de la Costa gaditana, en concreto las de Zahara de los Atunes, una de las más populares del momento.
El reportaje fotográfico muestra la llegada de la pareja a la playa, agarrados por la cintura y acompañados por una persona que trabaja para doña Cayetana y que era, a su vez, la encargada de llevar la sombrilla y las hamacas. La Duquesa llegó con un caftán negro y zapatillas de esparto abiertas, mientras que Alfonso lo hacía en vaqueros y camisa de rayas.
La revista publica luego las imágenes quizá más sorprendentes y nunca vistas de la pareja: paseando como una pareja más, ambos vestidos con ropa de baño y cogidos por la cintura mientras comparten confidencias a la orilla del mar.
El favorecedor bañador de doña Cayetana
Lo más sorprendente de las imágenes y lo que más llamará la atención del lector es quizá el tipo que luce doña Cayetana, que a sus 83 años no tiene ningún reducto de grasa ni siquiera en abdomen o muslos- en su cuerpo. El bañador elegido es de una pieza y con tonos malva y motivos geométricos. Como accesorios, una variedad de tobilleras hippies y unas gafas de sol oscuras.
Aunque es cierto que a la Duquesa le encanta el mar, hace ya bastantes años que evitaba quedarse en ropa de baño para evitar ser fotografiada. De hecho, en los veranos pasados, iba a las playas ibicencas y permanecía tumbada en la hamaca cubierta con los caftanes que suele llevar para estas jornadas veraniegas, los cuales sólo se quitaba para dirigirse al agua.
La gran diferencia de estas imágenes con aquellas es que, en éstas se aprecia la nueva figura de la aristócrata tras adelgazar varios kilos en los últimos meses.
Por eso, llama la atención este cambio de actitud en la noble y que se puede deber, en gran medida, a la gran mejoría que ha experimentado en los últimos meses a raíz de la operación a la que se sometió para implantarle una válvula que mejorara la hidrocefalia que padece.
Dos horas después de su llegada como asegura ¡Hola!, la única revista del corazón que publica hoy estas imágenes-, la pareja se marchó de la playa para almorzar en un chiringuito cercano a la zona donde habían pasado la mañana para almorzar. La pareja puso fin así al día de sol y playa en la costa gaditana para regresar después a Marbella, donde finalizaron la segunda parte de sus vacaciones.
Habrá que esperar para ver si su viaje a Ibiza con Alfonso que, en teoría también le acompañará en esta nueva parada de sus largas vacaciones de verano- vuelve a demostrar que a sus 83 años no entiende ni de complejos ni de etiquetas. Por algo dicen que como La Duquesa de Alba no hay dos en la aristocracia española
Ahora sólo falta saber qué habrán pensado sus hijos sobre el reportaje ya que aunque siempre han defendido que su madre sea una mujer moderna y exenta de convencionalismos, el hecho de que esté junto a Alfonso Díez quizá cambie su opinión sobre esta portada.

