La organización de conservación marina señala la pesca ilegal y los vertidos como las verdaderas agresiones al medio ambiente en el Golfo de Cádiz.
Los ecologistas creen que los beneficios medioambientales del parque eólico marino de Chipiona superarían en mucho el eventual impacto que pudiese tener
La organización internacional de conservación marina Oceana ha presentado hoy en la Asociación de la Prensa de Cádiz su propuesta inicial de un Área de Conservación Marina de la costa oriental del Golfo de Cádiz.
Oceana propone la ampliación de la zona marina protegida del Parque de Doñana desde los escasos 2 km actuales a una franja costera que oscilaría entre los 8 y los 13 km y que abarcaría desde Mazagón hasta Rota, triplicando la longitud de la zona protegida. La actual franja de protección marina va solamente desde Matalascañas a la desembocadura del Guadalquivir. El plan de gestión de la nueva zona protegida permitiría la pesca artesanal con artes selectivas, pero no la de los artes de arrastre.
Durante la anterior expedición del Oceana Ranger al Golfo de Cádiz en 2007, su tripulación pudo documentar y denunciar las frecuentes actividades de pesca ilegal en las zonas que ya están actualmente protegidas, y fue testigo de la destrucción de concentraciones de gorgonias y otros organismos bentónicos por parte de los arrastreros.
La zona de protección costera debería complementarse con la creación de un Área Marina Protegida de alta mar, que incluya los volcanes u montañas submarinas existentes a unas 60 millas al Sur de Doñana.
Por otra parte, y en la cuestión de la lucha contra el cambio climático, la organización ha reiterado su apoyo a la instalación del proyecto eólico marino de Chipiona, que estaría condicionado a los resultados de los estudios de evaluación de impacto ambiental. Los aerogeneradores no solo deberán colocarse fuera de la zona de exclusión delimitada por el Estudio Estratégico Litoral del gobierno y a más de 9 km de la costa, sino también por fuera de la zona de protección propuesta por Oceana y sin afectar los límites de la gran Área de Importancia para las Aves delimitada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO) frente a Doñana.
Los cálculos iniciales indican que este proyecto eólico evitaría la emisión a la atmósfera de hasta 5.000.000 de toneladas de CO2, que de otra forma contribuirán al cambio climático y a la acidificación de los océanos. Según Oceana, la puesta en marcha de proyectos como el de Chipiona es una de las medidas más eficaces para reducir las emisiones en un 80% para el 2040, como requieren todos los expertos y como debatió el G-8 en su última reunión, celebrada el pasado mes de julio en Italia.
La organización conservacionista afirma que serán los efectos del cambio climático, incluida la subida del nivel del mar, los que arrasarán con espacios naturales como el Parque Nacional de Doñana y con playas como las de Chipiona, Rota y Sanlúcar, y causarán graves daños a la mayor parte de los organismos marinos como crustáceos, moluscos, corales y hasta peces, que se empiezan ya a ver afectados por la acidificación de los oceanos.
Los parques eólicos marinos no son un problema, sino una de las más efectivas soluciones a los problemas ambientales de nuestro planeta. ha declarado el oceanógrafo Xavier Pastor, Director ejecutivo de Oceana en Europa- Quienes destruyen nuestras costas no son los aerogeneradores, sino la pesca ilegal y no selectiva, los vertidos de petroleo y otros productos tóxicos, y las centrales térmicas productoras de CO2,
El catamarán de investigación Oceana Ranger se encuentra desde el pasado fin de semana llevando a cabo tareas de documentación científica en los fondos marinos situados frente a las costas de Chipiona y Rota. Entre la tripulación de la embarcación se encuentra, además de Xavier Pastor, el especialista en ecosistemas marinos Ricardo Aguilar, Director de Investigación de la organización. Ambos dirigen un equipo de investigadores, que incluyen buceadores profesionales y técnicos en el manejo del robot submarino (ROV) que están procediendo a filmar y fotografiar el área prevista para la instalación de los aerogeneradores, al objeto de determinar si la existencia de zonas especialmente sensibles pudiese aconsejar la introducción de modificaciones a la delimitación de las zonas inicalmente propuestas por Oceana.