
La Duquesa de Alba abandonó el hospital de Sevilla tras ser operada en la mañana del miércoles once de marzo, dos días después de su ingreso . Se encuentra en el Palacio de Dueñas de Sevilla muy recuperada . La operación para implantarle una válvula en el cerebro ha sido un éxito, ella se encuentra muy bien y ha podido volver a su casa, el palacio de Dueñas, donde seguirá la recuperación. Esta intervención fue recomendada por sus médicos hace un año para aliviar sus problemas de hidrocefalia y mejorar su calidad de vida, sin embargo por diversas complicaciones no se ha podido llevar a cabo hasta esta semana.
La propia Duquesa nos comentaba su estado, muy animada y con bastante mejor aspecto que en als últimas semanas: Estoy muy tranquila y muy animada. Con muchas ganas de volver a mis actividades.
Su hija Eugenia contagiada por el optimismo de su madre nos decía: Ha pasado la noche muy bien, está muy animada. Es una mujer muy fuerte. Y su madre asentía las declaraciones de su hija: Estoy muy bien. A pesar de no ser una operación complicada, los seis hijos de la Duquesa han vivido con preocupación estos días y, de hecho, todos han estado en Sevilla ya que su salud es delicada y no había que olvidar que podían surgir complicaciones. El día de su salida la acompañaron Carlos, duque de Huéscar, Jacobo y su esposa, Condes de Siruela y Eugenia
Doña Cayetana aún no ha salido del Palacio de Dueñas donde prosigue su recuperación de la operación a la que se sometió el pasado lunes. Las visitas son muy restringidas, ni siquiera Alfonso la ha visitado. Ha sido su hija Eugenia y su nieta Cayetana quiénes han estado todo el fin de semana a su lado. La Duquesa también recibió la visita de un gran amigo de la familia, el sacerdote Ignacio Sánchez-Dalp que se acercó para saludarla y hacerle más llevaderos estos días en lo que su delicada salud no le permiten salir de su casa

