El Príncipe de Asturias ha llamado a trabajar "unidos para estabilizar y sanear, cuanto antes, el sistema financiero internacional" porque la crisis ha puesto de relieve "los grandes riesgos y desafíos" de la globalizacón. El Heredero de la Corona ha intervenido para cerrar la ceremonia de la entrega de los Premios que llevan su nombre en el Teatro Campoamor de Oviedo, que presidió junto a su esposa, Doña Letizia, y a la que asistió la Reina. Don Felipe ha puntualizado que la gestión de la globalización requiere "un gran esfuerzo de cooperación y concertación mundial", así como de un impulso "equilibrado y respetuoso con las responsabilidades de los Estados, al tiempo que audaz" para afrontarla.
Ingrid Betancourt. Los galardonados de las 28ª edición de los premios Príncipes de Asturias han ido llegando durante esta mañana en el Hotel Reconquista de Oviedo. La ex candidata a la presidencia de Colombia ha llegado a la ciudad asturiana para recoger el premio Príncipe de Asturias a la Concordia.- El Príncipe pidió también unidad para enfrentar "solidariamente" los desastres naturales y las grandes emergencias, y para luchar "con eficacia y mediante los instrumentos del Estado de derecho contra el terrorismo, y contra todas las formas del crimen organizado". Porque, según sus palabras, las realidades globales del mundo "afectan a aspectos esenciales de nuestra existencia y condicionan nuestra libertad, progreso o bienestar", ya que, de momento, se carece de soluciones.
El Príncipe ha destacado el papel de España para contribuir al esfuerzo de encauzar la globalización, dado que desde las tres últimas décadas construye su futuro "sobre la solidez de los valores democráticos y de situarse activamente en el escenario internacional".
El futuro, ha continuado Don Felipe, requiere "una decidida voluntad común basada en la solidaridad de todos los españoles que les ilusione y les de confianza y seguridad". Apostó también, como claves para el progreso, por la educación, la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías porque así, en esta sociedad del conocimiento en que ya vivimos, "se creará y distribuirá riqueza y se generará empleo, una de las mayores preocupaciones de los españoles".
Por último, ha apuntado que la política franco- colombiana Ingrid Betancourt (Concordia) "personifica a todos aquellos que en el mundo están privados de libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico".
Betancourt: "Nadie puede sacrificar un ser humano por la ideología"
"Cada uno de nosotros debe romper la maldición de su propia indiferencia", ha exhortado la ex política colombiana Ingrid Betancourt, visiblemente emocionada, en su discurso de recogida del Premio Príncipe de Asturias a la Concordia. "Esa transformación que nos urge", - ha añadido- "en momentos en que los rascacielos de las finanzas del mundo parecen desplomarse sobre nosotros, cuando las fragilidades de nuestra civilización se manifiestan con mayor claridad, esa transformación, que sentimos imprescindible, comienza en lo profundo de cada corazón".
Betancourt ha recordado su secuestro en la selva colombiana, donde fue retenida por la FARC durante seis años, y la situación de indefensión que viven muchos de sus conciudadanos sometidos a la violencia de las guerrillas. La ex candidata a la presidencia de Colombia también se refirió al cambi climático ("¿Cómo pensamos salvar el planeta del calentamiento climático si no aceptamos consumir de manera diferente, y por lo tanto, si no aceptamos cambiar nuestros hábitos y nuestros placeres?") y a las grandes migraciones ("¿Cómo creemos que podremos sobrevivir a las mareas humanas de los que migran hacia Europa o Estados Unidos, si no aceptamos reconocerles el derecho a desear lo que nosotros deseamos?"). Por todo ello, ha llamado a abandonar el egoísmo y abrazar el compromiso con la defensa de los desfavorecidos.
"Con nuestra palabra podemos reclamar otras relaciones, otros compromisos, otras soluciones", ha continuado. "Podemos aceptar acuerdos comerciales menos buenos para nosotros, pero más justos. Podemos buscar mayores inversiones solidarias y menos rendimientos especulativos. Podemos ofrecer más diálogo y menos imposiciones por la fuerza".
Betancourt también ha tenido una mención intensa para las FARC, el grupo paramilitar que la mantuvo secuestrada en la selva durante seis años. "Las guerrillas de Colombia deben oír desde aquí las voces de quienes reclamamos la Libertad de todos los colombianos", ha asegurado. "Nadie puede sacrificar a un ser humano en el altar de su ideología, de su religión o de su cultura. Si las FARC no quieren ser consideradas como terroristas por el resto del mundo, tienen que rectificar su acción, repudiando el secuestro para siempre".
Todorov: "El siglo XXI será el de los extranjeros"
"El siglo XXI se presenta como aquel en el que numerosos hombres y mujeres deberán abandonar su país de origen y adoptar, provisional o permanentemente, el estatus de extranjero", ha advertido el ensayista Tzvetan Todorov en su discurso de recogida del Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. El semiólogo, autor de El miedo a los bárbaros, ha explicado cómo se desarrollan los grandes movimientos migratorios. "Todos los países establecen diferencias entre sus ciudadanos y aquellos que no lo son, es decir, justamente, los extranjeros. No gozan de los mismos derechos, ni tienen los mismos deberes. Los extranjeros tienen el deber de someterse a las leyes del país en el que viven, aunque no participen en la gestión del mismo", ha señalado. Y ha añadido: "Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos".
Todorov ha advertido, sin embargo, de que "estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan llamadas de auxilio". Y ha incidido en que "esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia".
El ensayista ha sido claro: "Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización", ha añadido, "Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría: todos sabemos que ciertos individuos de esas características fueron capaces de cometer actos de absoluta perfecta barbarie. Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos como desde fuera".
Atwood: "Reimaginémonos"
"Es preciso que nos reimaginemos y nuestra relación con el planeta", ha señalado la escritora Margaret Atwood, galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Las Letras 2008, al referirse a la situación de crisis financiera actual y la crisis climática en la que a su juicio "nos hallamos inmersos". Durante su discurso en nombre de todos los galardonados, Atwood ha destacado que ante la situación que se vive "mucha gente teme el futuro, un futuro que casi con total seguridad traerá escasez de alimentos, suministros cada vez más menguados de energías fósiles y más pobreza e inestabilidad social".
Ante este escenario, la escritora ha afirmado que conviene recordar la humanidad que se comparte, una humanidad que a su juicio muestra el mejor rostro a través de la inventiva y el valor, de la flexibilidad de pensamiento y la generosidad, y a través de la capacidad de sentir alegría allí donde amenaza el peligro. Una sociedad rica en artes, ha añadido, es también una sociedad rica en todas esas cualidades. "Los economistas no pueden ponerles precio, no pueden cuantificarlas, sin embargo sin ellas las cosas no nos irán nada bien", dijo la galardonada con el Príncipe de las Letras.
Desde el teatro Campoamor de Oviedo
Don Felipe de Borbón ha presidido la ceremonia de entrega de los ocho Premios Príncipe de Asturias 2008 en el teatro Campoamor de Oviedo. En la edición de este año han sido distinguidas cuatro organizaciones que luchan contra la malaria en África (Cooperación Internacional), el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (Artes) y cinco investigadores que estudian la aplicación de nuevos materiales a la ciencia (Investigación Científica y Técnica). La relación de galardonados se completa con Google (Comunicación y Humanidades), Tzvetan Todorov (Ciencias Sociales), Margaret Atwood (Letras), Rafael Nadal (Deportes) y la política franco- colomiana Ingrid Betancourt (Concordia).
Premio de las Artes
Ingrid Betancourt cerró el pasado 10 de septiembre la lista de los Premios Príncipe de Asturias 2008, que abrió en mayo el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV). Éste fue distinguido el pasado 21 de mayo, según rezaba el acta del jurado, por combinar "la máxima calidad artística" con "una profunda convicción ética" desde la confianza "en el valor educativo de la música para la dignidad del ser humano". Esta fundación estatal, conocida como El Sistema, agrupa a cientos de miles de jóvenes y niños, muchos de ellos con riesgo de exclusión social y problemas económicos, y ha hecho de la música clásica un fenómeno popular en Venezuela.
Premio de Cooperación Internacional
Una semana después, el 28 de mayo, las cuatro organizaciones que lideran la lucha contra la malaria en África - el Centro de Investigación en Salud de Manhica (Mozambique) que dirige el español Pedro Alonso, los de Kintampo (Ghana), Ifakara (Tanzania) y el Centro de Investigación y Formación sobre la Malaria de Mali- lograron el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su tarea de romper la relación entre la pobreza y una enfermedad erradicable que mata cada año a un millón de personas.
Premio de Investigación Científica y Técnica
El 4 de junio se falló el Premio de Investigación Científica y Técnica, que reconoció la "revolución sin precedentes" que supone para la ciencia la aplicación de nuevos materiales al desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza y que fue concedido a los cinco investigadores que lideran este campo. Se trata del ingeniero estadounidense Robert Langer y sus compatriotas químicos Tobin Marks y George M. Whitesides, así como los japoneses Sumio Iijama (físico) y Shuji Nakamura (ingeniero).
Premio de Comunicación y Humanidades
Google, el buscador de Internet más usado del mundo, obtuvo el 11 de junio el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por haber impulsado, una década después de su creación, una "gigantesca" revolución cultural que ha propiciado "el acceso generalizado al conocimiento".
Premio de Ciencias Sociales
El semiólogo e historiador francés de origen búlgaro Tzvetan Todorov logró el 18 de junio el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales como representante del "espíritu" de la unidad de la Europa del Este y del Oeste y por su compromiso con los ideales de libertad, igualdad, integración y justicia.
Premio de las Letras
Siete días más tarde, la escritora canadiense Margaret Atwood fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras por su obra que explora diferentes géneros "con agudeza e ironía" y asume "inteligentemente" la tradición clásica desde la defensa de la dignidad de las mujeres y la denuncia de las injusticias sociales.
Premio de los Deportes
Tras la concesión del Premio de las Letras, la Fundación Príncipe de Asturias abrió un paréntesis estival hasta el 3 de septiembre, día en el que el jurado del Premio de los Deportes tuvo en cuenta la "trayectoria ejemplarizante" del tenista Rafael Nadal para otorgarle el galardón.
Premio de la Concordia
Por último, el Premio de la Concordia, que falla el Patronato de la Fundación Príncipe de Asturias, fue concedido el 10 de septiembre a la política Ingrid Betancourt, recientemente liberada tras permanecer secuestrada durante más de seis años a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por "personificar a todos aquellos que en el mundo están privados de la libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico".
Ninguna ausencia
Todos los premiados en esta vigésimo octava edición asisten a la ceremonia de entrega de los galardones. Durante la ceremonia intervendrán Margaret Atword, Tzvetan Todorov e Ingrid Betancourt, antes de que el Príncipe de Asturias pronuncie el discurso con el que se clausurará el acto, al que asiste la Reina, asistente incondicional a la entrega de los premios cada mes de octubre desde 1981.
Previamente a la ceremonia de entrega, Don Felipe y Doña Letizia han mantenido esta mañana un primer encuentro oficial con los galardonados en el salón Covadonga del hotel de la Reconquista de Oviedo.