Cientos de sevillanos vivieron ayer una estampa inédita. El Señor del Gran Poder paseando de día por su barrio de San Lorenzo. Fue al trasladar las imágenes de la hermandad al Convento de Santa Rosalía, donde recibirán culto los próximos seis meses mientras duran las obras de reforma de su Basílica. Casi 500 hermanos, incluido mujeres, acompañaron con cirios a los titulares. El señor iba sobre unas andas creadas para la ocasión, vistiendo túnica morada.
"Es un exilio no deseado pero necesario"Es un exilio no deseado pero necesario porque las obras son de envergadura», dice el hermano mayor, Enrique Esquivias.
Las obras costarán 400.000 euros y consistirán en el blindaje del camarín del Señor con un telón cortafuegos, instalación de cámaras de vigilancia, construcción de un columbario para cenizas, ampliación del coro y eliminación de barreras arquitectónicas.
