La Fundación TAS inició el pasado lunes 3 de marzo la actividad de Hipoterapia en Tocina, dentro del proyecto subvencionado por la Obra Social Cajasol Hipoterapia para menores con discapacidad, que ya estaba en funcionamiento en la sede de Aznalcóllar desde finales de 2007. El proyecto tiene prevista una tercera sede en Lora del Río, que aún está en la fase de acondicionamiento de las instalaciones.
La Hipoterapia es una actividad rehabilitadora que aprovecha los movimientos tridimensionales del caballo para estimular los músculos y articulaciones, estando aconsejada para el tratamiento de las discapacidades físicas, mentales y psíquicas. Además, el contacto con el caballo aporta facetas terapéuticas a niveles cognitivos, comunicativos y de personalidad, lo que convierte a la Hipoterapia en un completo ejercicio rehabilitador indicado para numerosas discapacidades.
La recién inaugurada sede de Tocina acoge, de lunes a jueves, a los usuarios de la Fundación TAS de las localidades de Tocina, Villaverde del Río, Cantillana, Castilblanco de los Arroyos, Brenes, La Algaba, Burguillos y Alcalá del Río. Por su parte, la sede de Aznalcóllar acoge de lunes a miércoles a los usuarios de Aznalcóllar y Gerena, mientras que la futura sede de Lora del Río acogerá los viernes y sábados a los de Lora y Alcolea del Río.
Este ambicioso proyecto nace con el mencionado apoyo de la Obra Social Cajasol, pero también con el respaldo particular de los propietarios de las caballerías y de los Ayuntamientos- Patronos de las localidades donde se desarrolla la actividad, sin los que hubiera sido muy complicado hacer realidad una actividad que la Fundación TAS venía gestando desde finales de 2006, cuando se llevó a cabo un análisis de las técnicas de trabajo, el método de intervención y los resultados esperados con la actividad de Hipoterapia.
Juan de Dios Muñoz, Alcalde de Tocina y Presidente de la Fundación TAS, quiso acompañar a los usuarios, técnicos y voluntarios el primer día de la actividad y se mostró muy interesado por los ejercicios de los jóvenes sobre el caballo y los beneficios a nivel de sociabilización, autosuficiencia, afectividad y confianza que proporciona en el usuario el trabajo, los cuidados y, en definitiva, el contacto habitual con el animal.