Raúl Castro es el nuevo jefe del Estado y de Gobierno de Cuba, y su hermano Fidel, el gran consultor para asuntos claves, según ha acordado esta tarde la Asamblea Nacional cubana en la inauguración de la 7ª Legislatura.
Fidel ha seguido siendo identificado como comandante en jefe por el propio Raúl en el discurso que ha leído ante los diputados, pese a que el octogenario estadista había anunciado que no aceptaría continuar desempeñando esa función.
"El Comandante en Jefe es uno solo, Fidel; Fidel es Fidel, todos lo sabemos bien, es insustituible", ha enfatizado Raúl en su intervención, en la que constantemente citaba a su hermano, a quien ha anunciado que seguirá "consultando" en las "decisiones mayores" después de pedir permiso para ello a la Asamblea.
Continuidad
Contrariamente a las especulaciones que apuntaban que los cargos del jefe de Estado y del Gabinete podían ser ocupados por personas diferentes, Raúl ha sido investido de ambas responsabilidades, al igual que ocurriera con Fidel desde que fuera constituido el primer Parlamento de la era revolucionaria, en 1976.
La Asamblea Nacional, máximo órgano del poder estatal y único con facultad constituyente, ha reelegido asimismo como presidente por otros cinco años a Ricardo Alarcón. José Ramon Machado, considerado un dirigente de la línea ortodoxa, es el nuevo primer vicepresidente.
Raúl, también ministro de las Fuerzas Armadas (Defensa), ha adelantado que los cambios en el Ejecutivo se darán en el transcurso del año, que serán objeto de profundos análisis y que es necesario reducir el aparato administrativo, aquejado de exceso de burocracia e inoperancia de las estructuras.
Necesidades "materiales y también espirituales"
Entre líneas, Raúl ha dejado entrever lo que parece ser otro estilo de gobierno, centrando sus palabras no en la política internacional y sí en aspectos de la política interna. Sobre todo en lo referido a la economía, en las necesidades "materiales y también espirituales", que son las que más acosan a la ciudadanía y, si bien ha llamado a la institucionalización, también ha abogado por la descentralización de las decisiones y la búsqueda de iniciativas locales, desde la unidad pero también admitiendo la divergencia, con el diálogo como vía de desarrollo.
Este análisis de Raúl, vestido de civil, le da una tónica muy diferente y anticipa lo que se piensa que será su administración, volcada en resolver las más graves necesidades de la población, especialmente las de los más necesitados.
Posible revaluación del peso
El nuevo presidente cubano ha tocado los temas más medulares del hogar cubano enfatizando que la solución se encuentra en fortalecer la economía, sin lo cual no es posible pensar en desarrollo.
Entre estos asuntos se ha referido a la doble moneda, el sistema salarial, a los servicios gratuitos y los millonarios subsidios, como ocurre con la canasta básica. Sobre el peso cubano, el nuevo presidente ha anunciado en su discurso que una "revaluación prudente, gradual y progresiva" está en proceso de examen.
En la actual legislatura, el 43% de la Asamblea Nacional es ocupada por mujeres (266 escaños), lo que la convierte en el tercer Parlamento del mundo en representación femenina.