Se interpreto una única composición: La Soledad, de Pedro Morales; obra cumbre del genial músico y dedicada a esta hermandad de silencio.
La decisión viene dada por el anhelo de gran parte de la corporación de repetir la experiencia que tuviera lugar hace 50 años, cuando en la conmemoración del cuarto centenario de las primeras reglas de la Hermandad, la Soledad acudió a la Catedral con acompañamiento musical.
Soria 9 y Policía Armada
De hecho, en esta ocasión, acompañaba al paso la banda de música del Regimiento Soria 9, mientras que el cortejo lo abría la banda de cornetas y tambores de la Policía Armada.
Aunque, en principio, todo apuntaba a que la Soledad fuera ir acompañada por música durante todo el recorrido, finalmente, se decidió en cabildo de oficiales que lo hiciera en silencio. La interpretación de La Soledad, a las puertas del Ayuntamiento fue el recuerdo efímero de aquella procesión de 1957.
