El papel que ha de jugar la psiquiatría en el diagnóstico, prevención, interpretación y tratamiento de la violencia social y la recuperación de un rol humanístico de los propios psiquiatras son los dos líneas de estudio del XI Congreso Nacional de Psiquiatría que se celebra en Santiago de Compostela entre los días 24 y 29 de septiembre de 2007 y en el que participarán más de dos mil expertos de diversas especialidades de salud mental, quienes ahondarán, asimismo, en cuestiones científicas y tecnológicas de última generación.,sin olvidar que para cualquier Psiquiatra el paradigma de su práctica clínica sigue siendo la Esquizofrenia.
El congreso está presidido por Francisco José Vidal Pardo,- ex presidente y miembro promotor y fundador de la Asociación Gallega de Psiquiatría,- e integra en su organización a la Sociedad Española de Psiquiatría y a la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, presididas por los psiquiatras Julio Vallejo y José Giner respectivamente. En lo que atañe al nivel científico del mismo, está registrada la presencia de más de 280 ponentes nacionales e internacionales. Asimismo, han confirmado su asistencia los máximos responsables de las Sociedades científicas y Asociaciones de Psiquiatría más importantes del mundo, incluida la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA), presidida por el Profesor Juan E. Mezzich, también presente en el Congreso.
Francisco Vidal muestra su interés en enviar dos mensajes claros a la sociedad. Hay que desterrar de la sociedad la sensación de estigma que tiene la enfermedad mental y hacer ver que una persona que sufre este tipos de trastornos tiene capacidad de integración en la sociedad. Además, prosigue en su discurso, hay que enviar un mensaje a las instituciones para que la enfermedad psiquiátrica sea tratada como una más dentro del espectro patológico. No se comprende, subraya, que no se ponga impedimento alguno para cambiar la pila de un marcapasos o para implantar una prótesis de cadera, cuestiones ambas que cuestan alrededor seis mil euros y se discuta el coste elevado de un tratamiento psiquiátrico.
La logística e infraestructura del congreso es espectacular. Están registrados 42 simposios, la cifra más alta jamás alcanzada en un congreso nacional de psiquiatría, y se presentarán más de 750 póster. Más allá de la asistencia de psiquiatras y profesionales de la salud mental nacionales (alrededor de 2000), cobra especial relevancia la presencia de dos núcleos destacados: doscientos psiquiatras portugueses y casi un centenar de psiquiatras procedentes de Hispanoamérica, entre los que sobresalen los colectivos de portorriqueños, mexicanos, chilenos y argentinos.
En lo que se refiere a la temática del Congreso, Francisco Vidal asume que en cuestiones científicas de investigación y clínica la genética jugará un papel preponderante. En el siglo XXI a nadie se le escapa que la evolución hacia la medicina biológica es un hecho del que tampoco está libre la Psiquiatría, subraya el presidente del comité organizador.
El propio Francisco Vidal ha sugerido las dos grandes orientaciones que marcarán el devenir del congreso. Lo explica de la siguiente manera. La propuesta de desarrollar toda una línea de trabajo alrededor de la violencia social es una respuesta a la preocupación detectada en la sociedad. Ha llegado la hora, vaticina, de que la Psiquiatría estudie e intente dar respuesta a la escalada de todo tipo de manifestación violenta social, algo que ha desatado una honda preocupación en el pueblo.
En este sentido, el XI Congreso Nacional de Psiquiatría ha compuesto cinco mesas específicas de esta materia que revisan la violencia de género, la violencia en la infancia y la adolescencia, la relación entre violencia e inmigración, la violencia y el subdesarrollo y la violencia social. Francisco Vidal entiende que la Psiquiatría ha de buscar respuestas a este fenómeno creciente en lo que le concierne bien en los trastornos de los impulsos o bien los desarrollos paranoides y, por qué no, en las nuevas patologías
Sin mostrase categórico, el presidente del comité organizador, asume que buena parte de la violencia que nos rodea tiene un trasfondo psiquiátrico, sin que esto quiera decir, ni mucho menos, que todo enfermo psiquiátrico sea violento. A lo largo del congreso se intentará dilucidar los orígenes de esta violencia, tanto desde el punto de vista de la conducta, como de los impulsos o del pensamiento.
El segundo gran tema de desarrollo del congreso hace mención a la faceta humanística del psiquiatra. Si Santiago de Compostela ha sido a lo largo de la historia destino de los múltiples caminos culturales de los diversos pueblos de Europa, la organización pretende reavivar en este congreso una línea humanística de la Psiquiatría, que a veces las nuevas tecnologías van difuminando. En este sentido, Francisco Vidal concede especial interés a los simposios organizados en torno a la relación que guarda la Psiquiatría con el cine, la pintura, la literatura o la música.