Raül López ha destapado el tarro de las esencias. Crece su tiempo en pista y su rendimiento se multiplica a una velocidad vertiginosa. Sus actuaciones, con un triple decisivo frente al Alta Gestión, han conducido al Akasvayu Girona a una Copa del Rey de la que él puede ser una de sus estrellas. "Sabía que me costaría volver a coger el ritmo, pero ahora estoy más a gusto cada día", explica un Raül que asombra a propios y extraños, y cuyo impacto evaluamos con ayuda de compañeros, amigos y rivales.
Tras un fichaje con suspense y alargado por las complejas normas de la NBA, Raül López volvió este verano a la ACB de la mano del Akasvayu Girona. A pesar de su innegable talento y precocidad deportiva, la carrera del base de Vic ha estado siempre llena de incertidumbres. La primera lesión en el Real Madrid le impidió asentarse en lo más alto, su posterior marcha a la NBA privaría a los españoles de su juego en nuestro país, a la vez que un aciago 17 de agosto de 2002, otra vez la misma lesión sembraba dudas sobre sus posibilidades en Utah e incluso sobre su futuro.
Fueron allí tiempos difíciles, con un ritmo desaforado de partidos y una constante mirada de reojo a sus rodillas. Aunque dio sobradas muestras de su calidad en la NBA, nunca se asentó como titular y decidió volver a su país no sin antes ser incluido en un estéril traspaso que lo hubiera situado al lado de su amigo Pau Gasol en Memphis.
Así llegó a Girona, rodeado del aura de un verdadero crack, pero con una falta de regularidad en los últimos años que no convencía a todos. La realidad, tres meses después de su debut frente al Real Madrid, es que Raül ha superado los miedos, las dudas, las lesiones y la adaptación y brilla a su mejor nivel, un nivel incluso por encima del que aquel prometedor chaval ofreció en el Real Madrid de Sergio Scariolo, hace ya cinco años.
Aún en proceso de adaptación, jugó sus primeros partidos dosificándose y sin mantener la regularidad a lo largo del partido, con chispazos de puro talento pero con alguna que otra laguna. En sus dos primeros choques jugó 23 y 20 minutos respectivamente, para no volver a disponer de más de veinte hasta la 12ª jornada, en la que el Akasvayu Girona se enfrentó al Caja San Fernando. Hasta esa fecha, los 18 puntos y 23 de valoración del partido contra el Gran Canaria en la tercera jornada habían sido su mejor actuación; sin embargo, algo cambió en el catalán, que empezó entonces a sacar a relucir todo su talento.
En las últimas seis jornadas no ha bajado de 27 minutos disputados y sólo en una ocasión ha anotado menos de 10 puntos. Además, su juego se ha convertido en más consistente y ha aumentado su confianza en las penetraciones a la vez que asumía con más acierto la responsabilidad de dirigir al equipo. Su primer partido de bandera fue en casa frente al Alta Gestión Fuenlabrada, cuando no sólo decidió el choque con un triple sobre la bocina que ha acabado valiendo un billete para la Copa del Rey, sino que llegó a los 26 puntos, su récord anotador tanto en ACB como en la NBA.
Raül López: "Nunca me he planteado ser un líder, sólo juego como me han enseñado"
Aunque nunca ha querido fijarse en las estadísticas, Raül admite estar en un buen momento: Cada día me siento un poco mejor. Sabía que me costaría volver a coger el ritmo tras un parón tan largo, pero ahora estoy más a gusto y por eso también juego más minutos.
Tras volver de la NBA era difícil predecir qué impacto tendría su juego, si habría cambiado o si haría números de escándalo. Raül no quiere entrar en estas valoraciones y quita importancia al lugar en el que juegue. Cuando llevas mucho tiempo en un sitio como la NBA supongo que puedes notar el cambio al regresar, pero al final se trata sólo de jugar a baloncesto. Si te dedicas a ayudar al equipo, eso funciona en todas partes; por el contrario, si vas a buscar estadísticas, siempre sale mal. Nunca valoro los partidos por mis números, afirma.
Poco a poco, el base catalán ha ido recobrando el protagonismo y consolidándose en el puesto de director de juego e incluso líder del equipo. Sin embargo, Raül rehuye las etiquetas explicando que nunca me he planteado ser un líder. Yo juego como me han enseñado e intento hacerlo bien desde los seis años, que es cuando empecé a jugar. No me pongo etiquetas ni se las pongo a nadie porque nunca me ha gustado. Juego siempre tan bien como puedo, sin ser egoísta allí donde esté y trato de disfrutar con los compañeros, que al final es con quien compartes la mayoría de tu tiempo.
Lo que es innegable, con los números en la mano, es que López está jugando a su mejor nivel estadístico en la ACB. ¿Es su tope? El jugador lo pone en duda ya que no cree que nadie pueda saber dónde está su 100%. Se trata de ir entrenando sin obsesionarse en cómo lo estás haciendo o en si es tu tope o no. Hay días de todo: a veces juego muy bien y a veces me salen malos partidos, pero eso es lo normal en cualquier jugador.
Desde su llegada a Girona, se ha hablado mucho de la atención que se prestaría al estado físico del jugador. Raül siempre ha querido ser prudente y tomarse en serio, aunque sin preocuparse en exceso, los avisos de su rodilla. Sé que tengo que convivir con ligeras molestias, pero es mejor eso que quedarme sin jugar como me pasaba antes. Estoy atento a las molestias, pero no demasiado, asevera.
"Lo tiene todo para ser el mejor base de la liga"
Lo dice alguien que le conoce muy bien, el ala- pívot del C.B. Granada Curtis Borchardt, con quien hizo muy buenas migas durante su paso por los Utah Jazz ("compartimos mucho tiempo en la rehabilitación; es un gran tipo, además de tener mucho talento", explicaba Borchardt en una entrevista para Eurosport). El jugador norteamericano no tiene dudas en situarlo entre los mejores de la competición "si las lesiones le respetan", ya que "puede anotar, tira bien y hace mejores a sus compañeros, que es lo más importante en un base".
Otro jugador que lo conoce muy bien es el alero del DKV Joventut Álex Mumbrú, con quien ya coincidió en los cadetes de la Penya, y que no tiene reparos en señalarlo como el mejor en su puesto: "Para mí es el mejor base de la ACB ahora mismo y creo que todo el mundo coincidirá en que si no es el mejor, está entre los más destacados". Para el también ex madridista, Raül es "ahora aún mejor que antes de irse a la NBA. Hay que ser un jugador muy duro para superar las lesiones como él lo ha hecho. Además, la NBA es una liga de especialistas y cuando vuelves no es cuestión de diez días cambiar el chip de una liga en la que se juegan 82 partidos y casi no hay tiempo para entrenar. Hay jugadores que necesitan un año o incluso más para adaptarse... Raül quizás lo sufrió durante el primer mes, pero ahora está a un nivel increíble. El equipo le debe mucho y creo que pueden esperar aún más".
Una de las últimas víctimas del juego del base del Akasvayu Girona ha sido Patricio Reynés, director de juego del Llanera Menorca, que destaca por encima de todo "su velocidad. Es algo que ni la NBA ni las lesiones han cambiado. Ya jugaba antes así y ahora que me he enfrentado a él, puedo decir que realmente es rapidísimo". También destaca su explosividad Mumbrú, que aún se sorprende por como "es capaz de jugar a 200 por hora y de repente pararse en menos de un segundo. Es un jugador blanco con cuerpo y habilidades de jugador negro". Más acostumbrado a los eléctricos bases norteamericanos, Borchardt matiza que "es aceptablemente rápido, pero su principal característica es que puede cambiar muy rápido de dirección y romper la defensa de su adversario para crear espacios para un tiro o para sus compañeros".
Además de sus cualidades físicas, Reynés también apunta a la mentalidad como factor decisivo: "el sábado pasado le noté muy ambicioso, quizás por la trascendencia del choque, pero si mantiene esta actitud creo que aún puede elevar el listón de su juego". Mumbrú añade que "siempre ha sido un líder, en cualquiera de los equipos en los que ha estado" y Borchardt apunta que "es bueno en general, en todas sus facetas. No es un jugador egoísta, es un gran pasador, puede penetrar y siempre hace mejores al resto de jugadores".
Todo parece indicar que el juego de Raül no sólo se ha consolidado sino que puede incluso mejorar. El propio Mumbrú confirma las sensaciones que desprende López en la pista: "está contento y se está reencontrando con su juego, cosa que es una buena noticia tanto para el Akasvayu Girona como para los que nos gusta el baloncesto".
Los compañeros, aficionados y la prensa se rinden ante su talento
Dentro de un proyecto claramente ilusionante, el fichaje de Raül López fue el que atrajo más atención y expectación en el seno y el entorno del Akasvayu Girona. Los aficionados y la prensa sentían que toda una estrella de la NBA (nacido, además, cerca de Girona) recalaba en las filas de su equipo. Aunque desde el primer momento ya surgieron comentarios (por ejemplo en el Foro ACB.COM) como el de Airun Girona, "recordadme que para el próximo partido me traiga un cubo para recoger las babas cuando juegue Raül", a principio de liga.
Pero no todo era ilusión ya que con los primeros buenos encuentros del base de Vic, aparecían expresiones como "genial, increíble... no tengo calificativos para definir el partidazo que se ha marcado a pesar de cargarse con tres faltas antes de la media parte. Grande Raül!" de Oku, tras derrotar al Alta Gestión Fuenlabrada o la sinceridad del madridista guille10: "RAÚL GRANDEEEEEEEEEEEEEE Suerte tenéis de tenerlo con vosotros, ya dije que con minutos y recuperado en su físico iba a ser el mejor base ACB sin discusión y está empezando a demostrarlo".
Pero también la prensa se rinde a sus pies y adjetivos como "apoteósico", "mago" o titulares como "Raül enloquece Fontajau" suelen ser habituales en el Diari de Girona. Un periódico que pasados estos tres meses considera rentabilizado el fichaje con frases como el siguiente: "Hay canastas y triunfos que valen el sueldo de un año entero por millonario que sea y ayer (por el triple frente al Fuenla), Raül López se lo ganó sobradamente con un triple sobre la bocina (...) que pasará a la historia del CB Girona" (31/12/2005).
Algunos halagos, aunque más prudentes, llegan desde el propio vestuario del Akasvayu Girona. Otro jugador con una larga relación con Raül desde que coincidieran en la Selección Junior campeona del Mundo en Lisboa, Germán Gabriel, puede aportar más detalles personales del carácter del base: Mi relación con él siempre ha sido buenísima. Es una persona bastante graciosa, muy sencilla y con la que es fácil tratar. Sigue igual de luchador, porque estar a este nivel tras cuatro operaciones de rodilla, es algo que poca gente puede hacer. Ha pasado por un infierno y en ningún momento ha pensado en rendirse.
El ala- pívot conoce de primera mano los sentimientos en la cancha de López, por lo que sus palabras cobran especial importancia cuando cuenta que "se siente muy a gusto, su físico le está respondiendo y está pudiendo demostrar toda la calidad que atesora. Para un jugador tan explosivo como él, recuperar la confianza es esencial. Ya posee el tono físico y en los últimos partidos se nota que juega con un punto más de velocidad y confianza. Estoy seguro que dentro de poco veremos a un jugador dominante". ¿El mejor base de la ACB? Gabriel lo tiene claro: "Siempre he pensado que si su físico le responde, puede ser uno de los mejores de Europa. Tiene calidad de sobras para ser el mejor de la ACB".
