Víctor Pérez Ramos nació en Sevilla el 12 de abril de 1982, hace 23 años. En su ciudad natal es conocido por ser el primer jugador que debutó en el equipo Caja San Fernando de Sevilla, en la categoría ACB tras pasar por todos los equipos filiales de éste. Tras llevarse once años en su club, hace dos años tuvo que marcharse a tierras valencianas para poder ganarse la vida con lo que verdaderamente le gusta: el baloncesto. Es la segunda temporada que se sienta en el banquillo del equipo Aguas de Valencia, de Gandía, el cual milita en la categoría LEB- 2.
Ser el primer jugador que ha pasado por todas las categorías del Caja San Fernando será un honor para ti, ¿no?
Sí. La verdad es que es un honor pasar por todas las categorías de este club y encima ser el primer jugador nacido en Sevilla que pasa por todas las categorías hasta debutar con el primer equipo.
Ese debut fue uno de los momentos más importantes que tengo y lo cierto es que aunque no haya continuado en ese primer equipo he sido el primero en lograrlo y para mí es un orgullo que se recuerde este hecho como uno de los momentos más importantes del Caja.
¿Qué imagen tienes de ese debut con la ACB?
Ese era mi sueño desde pequeño. Fue muy emocionante. Me quedo con la imagen de ese pabellón, con 3.000 ó 4.000 personas, coreando mi nombre.
Además eres conocido por ser el hermano de Raúl Pérez, actual jugador del Caja San Fernando en la categoría ACB, ¿Lo ves positivo o negativo?
Cuando eres niño y empiezas a jugar partidos y competir en la ciudad de Sevilla, el hecho de que seas el hermano dé, es un hecho para que todo el mundo se fije en ti, todo el mundo vea que eres el hermano de un jugador del primer equipo y que además era el capitán. Para mí, en el ámbito personal, es un puro éxito aunque, a la vez que te abre muchas puertas te cierra otras tantas y siempre estás en el punto de mira para que te critiquen, para que la gente tenga su opinión Y en el plano deportivo tengo que reconocer que me ha llegado a afectar pero con el tiempo lo he ido superando y en la actualidad es un mero detalle. A nadie le incumbe el que yo sea hermano de Raúl Pérez en cuanto a lo deportivo.
Ahora que ya no juegas en el equipo de toda tu vida, ¿te costó mucho irte?
Sí, porque aparte de dejar a mi familia, mis amigos, mi novia había pasado 21 años de mi vida en una ciudad donde se vive estupendamente; y además dejar el club donde he crecido tanto jugador como persona y donde me lo han dado todo, hasta cierto punto que he pasado por todas las categorías, he llegado ha jugar muchísimos partidos y me he formado como ellos han creído oportuno que lo hiciésemos. Y sí dolió porque, siempre que tienes que salir de casa es doloroso, pero el que algo quiere algo le cuesta y yo aposté un día por esto, por el baloncesto, porque es mi vida y pasión desde pequeño y por ello es por lo que estoy luchando y voy a seguir haciéndolo.
¿Te gustaría volver?
Sí que me gustaría, pero también reconozco que el nivel actual de la ACB está en una altísima calidad y es muy complicado, tanto para mí, para volver, como para cualquier nacional, porque actualmente casi todos los clubes de ACB prefieren a jugadores comunitarios o extranjeros antes que gente de la casa o gente nacional. Es una filosofía que tiene este club como otros tantos, que puede ser aceptable o no, pero el caso es que mi sueño siempre ha sido y será volver casa, jugar ante mi público y mi afición, porque ellos se merecen a gente que sean de la cantera, de casa. Que después tengan la calidad suficiente es decisión del entrenador. El caso es que se confíen en ellos y, por supuesto, si se confía en mí volveré encantado.
¿Con qué te quedas de todo lo que te ha aportado el Caja San Fernando?
Deportivamente me quedo con varias cosas. No tengo malas sensaciones. Todo lo contrario; ellos han sido los que me han formado como jugador pero también como persona, me han transmitido valores fundamentales en la vida, como es el competir, el respeto hacia las personas, y sobre todo, la calidad personal que me han dado para saber manejarme en este mundo del baloncesto. Es de agradecer a entrenadores, ayudantes, preparadores físicos, compañeros, pero como en toda en la vida, hay gente mala y buena y yo, por supuesto, prefiero quedarme con esa gente buena.
¿Algo desfavorable de tu paso por el club sevillano?
Las promesas que te llegan a realizar y que nunca se cumplen. Además cambiaría algunas cosas de la cantera para que se traten a todos por igual.
Relacionado con el Caja San Fernando
Un entrenador: Me quedo con cuatro entrenadores que han sido fundamentales para mí, no sólo por cuestiones tácticas o técnicas, sino por lo que me han aportado personalmente: Pepe Rocha, Rocky Jarana, Pepe Carrión y Juan Manuel Díaz
Un jugador: Raúl Pérez
Un compañero: Efrén Jiménez
Un amigo: Eric Sánchez y Adolfo Santos
Una categoría: Junior, por todo lo bueno y lo malo vivido
Un partido: Mi debut con el primer equipo
Una anécdota: Entrenando una vez con el equipo del Caja San Fernando de ACB. Durante el calentamiento me tropecé y me pegué un bocazo.
Una canasta: La que metí en mi segundo año de liga EBA y que nos dio el triunfo contra Llerena