El Cristo de la Buena Muerte presidirá en la Catedral el próximo 24 de junio la misa solemne con la que la Universidad de Sevilla celebrará su quinto centenario fundacional. La imagen, titular de la Hermandad de los Estudiantes, será trasladada en andas al templo metropolitano a primera hora de la mañana y regresará esa misma jornada una vez que concluya la ceremonia religiosa, que estará presidida por el cardenal arzobispo.
La cofradía de los Estudiantes, que preside Antonio Gutiérrez de la Peña como hermano mayor, ha querido estar presente así en el oficio religioso que conmemorará la fundación de la institución académica a la que ha estado vinculada desde sus orígenes. La hermandad ha tratado todos los aspectos de su participación en este efemérides con el cardenal arzobispo, monseñor Amigo; el rector de la Universidad, Miguel Florencio, y el comisario para los actos del quinto centenario, el catedrático de Derecho Juan Antonio Carrillo Salcedo, miembro también de la corporación del Martes Santo.
Los hermanos de la cofradía portarán el crucificado a hombros tanto a la ida como al regreso. Precederán a las andas con cirio todos aquellos que lo deseen, para lo cual se organizará un reparto especial de papeletas de sitio. Está previsto que el cortejo salga a las 7.30 y alcance la Catedral una hora después. La misa solemne se oficiará en el altar de plata de la Nave del Crucero a partir de las 20.00. La eucaristía contará con la participación del Coro de la Universidad, que interpretará la Misa de la Coronación de Mozart. A su término se comenzará a organizar el traslado de regreso, que podría comenzar sobre las 22.00 y concluir en la Capilla de la Universidad de la calle San Fernando una hora después.
La Hermandad de los Estudiantes refuerza siempre que puede en los últimos años su relación con la Universidad. De hecho, el actual rector, Miguel Florencio, ha presidido varios Martes Santos el paso del crucificado de la Buena Muerte. Este Cristo ya era llevado a la Catedral en los años setenta y ochenta para la celebración de su quinario.
